6/6/13

EL “PESCATERO” Y LA ADMINISTRACIÓN ELECTRÓNICA
El  otro  día atendí a un cliente que había recibido una carta de la TGSS y quería  que  se  la  explicara.  -Con  mucho  gusto-  le  dije. La carta le comunicaba  que  en  el  plazo de un mes desde la recepción su destinatario quedaría incluido en el sistema de notificaciones electrónicas.
-¿Y  eso  qué  es? -me preguntó-. Tomé aire, me concentré y le expliqué con tanta  precisión y detalle, con tanta paciencia, y  eligiendo tan bien cada frase, cada palabra y cada ejemplo lo que venía a decir su carta, que quedé enormemente   satisfecho  y  orgulloso  por  mi  profesionalidad.  Pero  la satisfacción se esfumó repentinamente cuando, viendo la cara de mi cliente,advertí que no había entendido nada. Nada de nada.
-Mire, yo soy “pescatero” y le puedo hablar mucho y muy bien, como ha hecho usted,  sobre  la variedad de pescados y los beneficios de incluirlos en su dieta  pero  yo  no  tengo ordenador ni correo electrónico y ni siquiera he entrado nunca en internet y no sé qué es lo que me está contando.
-Pues  usted, señor pescatero, pertenece a un colectivo de personas físicas que  por  su  capacidad económica o técnica, dedicación profesional u otros motivos  acreditados  tiene  garantizado  el acceso y disponibilidad de los medios  tecnológicos  precisos.  Usted,  el  fontanero,  el  taxista  y  el peluquero.  ¡Ah!  Y  el  dueño  de un bar que conozco que se dio de baja en internet para poder pagar la cuota de autónomos.
-¿De verdad piensa eso usted? - me preguntó.-
- No, señor, no quiero que deje de creer que tengo sentido común. Eso es lo que  ha  dicho  el  Ministerio  de  Empleo  y  Seguridad Social en su Orden 485/2013  colándose por una rendija que había en una Ley de 2007. Y por eso le han enviado esa carta.
-¿Y  entonces, -continuó- si nos las tenemos que ir apañando para hacer las cosas por internet, la Tesorería para qué está?
-Pues  mire,  eso  se  lo  voy  a  decir  de  memoria porque a mi Director Provincial  le  gusta que nos lo sepamos muy bien y nos lo pregunta siempre que  vamos  a realizar alguna prueba para alguna comisión de servicios, “la Misión  de  la  Tesorería  es  prestar  un  servicio eficaz con los máximos niveles   de   calidad,   atendiendo   las   demandas  de  los  ciudadanos,
proporcionándoles  las  máximas  facilidades  en  el  cumplimiento  de  sus obligaciones, con el mínimo coste para la sociedad”.

-¿Y de verdad cree usted, señor funcionario, que con esta medida atienden a mi  demanda, si yo no le había pedido nada,  que me están dando las máximas facilidades para cumplir mis obligaciones y con el mínimo coste?
Dejo  en  el  aire  mi  respuesta  a una atención ficticia aunque basada en hechos reales.
Evidentemente,  es una medida (la de la obligatoriedad a las notificaciones     electrónicas)  que  no  atiende a las demandas de los ciudadanos, que no da facilidades  sino  que  pone  muchísimas  trabas   y que va incluso a poner cuesta  arriba  a muchos el cumplimiento de sus obligaciones. No hace falta ser  muy perspicaz para darse cuenta. Ahora bien, ¿va a ahorrar costes a la sociedad?
Todas  estas  formas de dar impulso a la Administración Electrónica parecen ir   encaminadas  al  ahorro  de  papel  y  evitar  algunos  procedimientos burocráticos  al  objeto  de  reducir  el  gasto  público  y  optimizar los recursos.  Un objetivo muy loable. Pues no. La realidad es muy distinta. En su  día  ya  se  levantó  cierta polémica al respecto de la convocatoria de concursos  públicos  millonarios  para adjudicar el servicio de ensobrado y envío  de  vidas  laborales. El pasado 26 de abril, el Consejo de Ministros daba  un  paso  de  gigante  más  autorizando  a la TGSS para contratar los servicios de desarrollo y mantenimiento de aplicaciones informáticas de las EE.GG  y  SS.CC de la Seguridad Social, durante dos años, por un importe de 70   millones   de   euros.   El  servicio  incluye  el  análisis,  diseño, construcción,  pruebas  y documentación de las aplicaciones informáticas de la  Seguridad  Social.  Es decir, un salto cualitativo y cuantitativo en lo
que   se  refiere  a  nuestros  servicios  externalizados  (en castellano,privatizados).

¿Alguien  ha  pensado  cuánto  informático  cabe  en  35  millones de euros anuales?  Así,  a  bote  pronto,  y calculando 35000 € anuales de gasto por informático,  tendríamos  nada menos que 1000. Seríamos la caña, tendríamos unos  programas  y  bases  de  datos  que  serían  la  envidia de cualquier administración  o  gran empresa. Pero no. Esos 35 millones anuales servirán para pagar empresas que obtendrán grandes beneficios y que mal pagarán a su personal,  y  sus  trabajadores  no  serán 1000 sino muchísimos, muchísmos, muchísimos  menos.  Y  entonces, al menos,  comprenderemos un poco mejor el interés  de nuestros políticos y altos cargos en que nuestro “pescatero” lo haga todo por internet.
¿Y  qué  pasará  con  nosotros?  Llegará  un  día  en  que alguien diga que sobramos.  Un  10%, un 20, un 50 ó todos, no lo sé. Pero dirán que sobramos y,  además, no  lo podremos rebatir porque sobraremos de verdad. Porque nos   habrán   estado   arrebatando  nuestras  funciones  mientras  callábamos  y tratábamos de cumplir unos objetivos que a la mayoría nos suponían muy poco y que no hacían sino cavar la fosa en la que reposarían por siempre nuestra carrera profesional.
Y entonces dirán que nos echan para ahorrar costes y muchos aplaudirán y lo justificarán.  Y  sesudos columnistas argumentarán que aligerar el peso del estado  está en  el camino del crecimiento económico. Pero la realidad será bien  distinta  porque  el  ahorro  en  los gastos de la  Administración se multiplicará quién sabe por cuánto  para llenar los bolsillos de unos pocos y acabar quién sabe si descansando en cuentas suizas.
Julio M. Miralles Martínez
Admón. TGSS 46/06
C/Ernesto Anastasio, 58
963240900 ext.2030

1 comentari:

  1. Anònim7/6/13

    Estoy contigo. Yo trabajo en el departamento laboral de una asesoría cobrando bastante menos que hace un año, trabajando bastante más y gratis para tus jefes. Un saludo.

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